El albaricoque es el fruto del albaricoquero, árbol de nombre científico Prunus armeniaca, de origen chino. La fruta fresca tiene un sabor dulce y un ligero toque de acidez. Es un alimento rico en vitaminas A, C, E, complejo B, potasio, hierro y magnesio. Además, es una buena fuente de fibra y antioxidantes.
Entre los principales beneficios que el albaricoque puede ofrecer a la salud del organismo se encuentran una mayor saciedad, la presencia de antioxidantes en el cuerpo y la mejora del sistema gastrointestinal gracias a las fibras solubles. A continuación, vea más detalles sobre los beneficios de la fruta, cómo consumirla y recetas para añadir a la rutina.
Lista de propiedades
Las propiedades pueden cambiar según la versión del fruto del albaricoque, que puede ser seco o in natura. En el primero, las vitaminas y los minerales están más concentrados, es decir, hay más riqueza nutricional, pero también hay más calorías.
La vitamina A y el calcio son los principales nutrientes de los albaricoques. También tiene una buena cantidad de hierro, fibra y ácido fólico, por lo que es muy adecuado para las mujeres embarazadas.
El albaricoque fresco es una buena fuente de vitamina C, potente antioxidante que protege las células contra los radicales libres, que son estructuras que predisponen a los resfriados y a la gripe y generan el envejecimiento prematuro de la piel.
Diferencia entre albaricoques frescos y secos
Existen diferencias nutricionales y de sabor entre los albaricoques frescos y los secos. La versión desecada suele ser más dulce y nutritiva porque la pérdida de agua en el proceso de deshidratación hace que haya una mayor concentración de fructosa, vitaminas y minerales, como la vitamina B9, la vitamina A y el calcio. Con ello, las calorías también aumentan, aunque sean de buena calidad.
Ya el albaricoque fresco tiene un sabor algo más suave y ácido, siendo rico en vitamina C.
Beneficios
Colabora con la digestión
Independientemente de la versión, los albaricoques contienen fibra soluble, que ayuda a equilibrar el colesterol y a acelerar la actividad intestinal, evitando el estreñimiento y otros problemas intestinales.
Mejora la presión arterial
Los albaricoques secos ayudan a combatir la hipertensión arterial, ya que contienen, en 100 g, el 33% de la dosis diaria recomendada de potasio.
Rompe la oxidación celular
La vitamina A es uno de los componentes del albaricoque que tiene un gran potencial antioxidante, responsable de frenar la oxidación de las células y la aparición de enfermedades por la acción de los radicales libres. Esta vitamina también actúa para reforzar el sistema inmunitario y la salud general de la piel, el cabello, las encías y los ojos, siendo esencial para la prevención de las cataratas.
Protege los huesos
El calcio, muy presente en el albaricoque, es un regulador de la salud ósea, así como de la contracción muscular y la coagulación de la sangre. La vitamina K, que ayuda al metabolismo de los huesos, también está presente en grandes cantidades en esta fruta.
Bueno para los deportistas
El albaricoque puede ser un gran aliado en el pre y post entrenamiento de los deportistas.
Al contener grandes cantidades de fibra dietética y ser rico en potasio, este alimento ayuda a proporcionar energía a la vez que regula la presión arterial, favoreciendo la vasodilatación.
En cuanto al post-entrenamiento, al contener grandes cantidades de antioxidantes y vitamina C, favorece la recuperación muscular y reduce la producción de radicales libres producidos por el ejercicio físico.
Para dormir
El albaricoque seco es un gran aliado a la hora de descansar, ya que contiene grandes cantidades de potasio y magnesio, micronutrientes encargados de regular el sueño y que además favorecen la relajación muscular, lo que mejora la percepción del cansancio y la fatiga en el día a día.
¿Engorda?
Individualmente, ningún alimento tiene potencial para adelgazar o engordar, ya que lo que importa es el contexto de la comida.
En el caso del albaricoque, lo seco acaba siendo concentrado en azúcares y nutrientes en general. Así que tiene más calorías, pero nada que pueda causar un aumento de peso significativo.
En cuatro unidades de albaricoque seco, unos 30 g, hay aproximadamente 74 kcal. La misma cantidad de albaricoque fresco ofrece 14 kcal, pero recordando que el seco tiene una calidad nutricional superior.
Problemas y contraindicaciones
En general, no hay efectos nocivos del albaricoque, salvo las molestias gastrointestinales derivadas de un consumo exagerado.
Las hojas y los tallos no deben consumirse porque pueden provocar diarrea, dolor de cabeza, vómitos y náuseas.