La hiperglucemia es cuando el nivel de glucosa (azúcar) en sangre es demasiado alto. Es un problema grave y debe tomarse en serio, ya que puede provocar graves complicaciones de salud. Las personas con un nivel alto de azúcar en sangre corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, enfermedades renales y otros tipos de daños en órganos y tejidos.
El nivel alto de azúcar en sangre también se conoce como diabetes. La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no produce suficiente insulina o no utiliza correctamente la insulina que produce. Cuando esto ocurre, los niveles de glucosa pueden llegar a ser peligrosamente altos.
La mejor manera de controlar los niveles altos de azúcar en sangre es hacer cambios en el estilo de vida, comer los alimentos adecuados y tomar los medicamentos adecuados. Aquí veremos los riesgos asociados a la hiperglucemia, así como lo que puedes hacer para mantener tus niveles bajo control.
Riesgos de la hiperglucemia
Uno de los mayores riesgos asociados a la hiperglucemia es desarrollar cetoacidosis diabética (CAD). La CAD es un trastorno extremadamente grave que se produce cuando el organismo no tiene suficiente insulina. Esto significa que la glucosa no puede entrar en las células para proporcionar energía. Esto puede provocar una acumulación de ácidos peligrosos llamados cetonas en el torrente sanguíneo.
La glucemia elevada también puede causar neuropatía diabética, que es una forma de daño nervioso. Existen cuatro tipos de daño nervioso: periférico, autonómico, focal y proximal. La neuropatía periférica es el daño a los nervios de las extremidades, como las manos y los pies. La neuropatía autonómica afecta a los nervios que controlan el ritmo cardíaco, el intestino, la vejiga y los órganos sexuales. La neuropatía focal afecta a una zona concreta del cuerpo. Y la neuropatía proximal afecta a los músculos de las caderas y los hombros.
Otras complicaciones de los niveles altos de azúcar en sangre pueden ser problemas para pensar, razonar, recordar y concentrarse, y dolores de cabeza. Los niveles elevados de azúcar en sangre también pueden causar dolores de cabeza, pero por una vía diferente. Estos dolores de cabeza suelen estar relacionados con diversos tipos de lesiones nerviosas.
Cómo controlar los niveles de azúcar en sangre
La mejor forma de controlar los niveles de azúcar en sangre es introducir cambios en tu estilo de vida. Comer comidas y tentempiés saludables de forma regular a lo largo del día ayuda a mantener estables tus niveles. Comer alimentos bajos en grasas, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sal también puede ayudar.
Tu médico puede ayudarte a diseñar un plan de comidas que satisfaga tus necesidades individuales. La actividad física regular también es importante para controlar tus niveles de azúcar en sangre. El ejercicio ayuda a tus células a utilizar más glucosa de forma eficaz, lo que puede reducir tus niveles rápidamente.
El control regular de tus niveles de azúcar en sangre también es importante, ya que os ayuda a ti y a tu médico a determinar si tus niveles de azúcar en sangre son demasiado altos o bajos. Llevar un registro de los niveles bajos de azúcar en sangre puede ayudar a mostrar a tu médico cómo afectan tus medicamentos a tus niveles.
Tu médico también puede aconsejarte sobre otros cambios en tu estilo de vida que puedes hacer para mantener controlados tus niveles de azúcar en sangre. Dormir lo suficiente cada noche, controlar el estrés y evitar fumar pueden ser de ayuda.
Consejos
Si tienes diabetes, unos niveles altos de azúcar en sangre pueden provocar graves complicaciones de salud. Por eso es importante saber cómo controlar y gestionar tus niveles de azúcar en sangre. Comer los alimentos adecuados, hacer ejercicio y controlar tus niveles regularmente puede ayudarte a mantenerlos bajo control. Habla con tu médico para saber más sobre tus necesidades individuales.