El trabajo es una parte importante de la vida de muchas personas. Sin embargo, cabe recordar que nuestros lugares de trabajo, además de crear oportunidades de ingresos, también son lugares para establecer y nutrir las relaciones sociales, y el trabajo en sí no solo proporciona un flujo constante de efectivo, sino que también brinda oportunidades de desarrollo, autorrealización y sentido de pertenencia.
Cuando el trabajo se presenta de esta manera, es fácil ver cuán importante es su papel en la vida humana.
Es este importante papel del trabajo y su lugar central en la vida de las personas lo que hace que la sensación de estrés en el trabajo sea particularmente desagradable y puede generar problemas no solo en el ámbito profesional sino también en el privado.
¿Qué puede causar estrés en el trabajo?
Las causas más comunes incluyen:
Trabajo excesivo y agotamiento: causado por demasiadas tareas y deberes que exceden las capacidades del empleado. Quedarse con frecuencia fuera del horario laboral o “llevarse” el trabajo a casa.
Sensación de desequilibrio a nivel esfuerzo-recompensa. Se entiende por esfuerzo los requisitos y obligaciones relacionados con el trabajo, tales como: presión de tiempo, obstáculos en el desempeño de una tarea, alta responsabilidad, horas extraordinarias, así como tareas físicas exigentes y peligrosas. Las funciones del premio se cumplen mediante: satisfacción laboral, salario, aumento del estatus social, oportunidades de desarrollo profesional, seguridad laboral.
Condiciones de trabajo difíciles: mucho ruido, trabajo a temperaturas muy bajas o altas, trabajo en alturas, contacto constante con sustancias nocivas.
Trabajo monótono: sin desafíos, sin oportunidades de desarrollo, que desalienta la creatividad.
No recibir comentarios de los empleados y falta de evaluación del puesto.
Entorno de trabajo conflictivo (por ejemplo, a nivel de jefe-empleados, empleado-empleados).
Sin sistema de incentivos.
Caótico y poco claro: los empleados reciben órdenes contradictorias e instrucciones no especificadas. Los objetivos no están claros, lo que dificulta su consecución.
Síntomas y efectos del estrés en el trabajo
Una persona que experimenta estrés severo en el lugar de trabajo puede experimentar los siguientes síntomas:
- fatiga crónica
- dolores de cabeza
- quejas del sistema digestivo: diarrea, indigestión, estreñimiento
- dolor de espalda
- perder peso o aumentar de peso (puede ser el resultado del estrés y los problemas de “comer”)
- aparición o empeoramiento de problemas cutáneos
- aumento de la sudoración
- desmayo
- una sensación de palpitaciones
- incapacidad para conciliar el sueño, despertarse por la noche
- sentirse sobrecargado, no poder hacer frente a las tareas
Cuando el estrés en el trabajo es crónico, puede conducir al desarrollo de una serie de afecciones médicas graves, que incluyen:
- arteriopatía coronaria
- úlceras estomacales
- insomnio
- trastornos de ansiedad, ataques de pánico
- depresión
- síndrome de burnout
Métodos para afrontar el estrés en el trabajo
Prevención del estrés
Probablemente todo el mundo haya escuchado el famoso dicho “Más vale prevenir que curar”. En el caso del estrés, la prevención consiste en construir la resistencia individual al estrés para poder llevar a cabo eficazmente los deberes y tareas que se nos encomiendan, a pesar de la sensación de cansancio y presión del entorno.
La resistencia desarrollada al estrés es especialmente necesaria en situaciones en las que no tenemos demasiada influencia y que no podemos cambiar (por ejemplo, no podemos cambiar el corto plazo para el cumplimiento de pedidos o tenemos que tolerar la presencia de un jefe o colega impopular).
¿Cómo desarrollar la resistencia al estrés?
Debes llevar un estilo de vida saludable que fortalezca nuestro cuerpo y psique y proporcione los recursos necesarios para combatir el estrés. Estamos hablando de:
- nutrición apropiada
- actividad física regular
- proporcionar al cuerpo una dosis adecuada de sueño y descanso