La distrofia muscular (DM) es una enfermedad genética mortal del sistema muscular que afecta sobre todo a niños y adultos jóvenes. A medida que debilita progresivamente los músculos esqueléticos que controlan el movimiento, los enfermos de DM se enfrentan a una lucha de por vida por la movilidad y la fuerza. Afortunadamente, se han desarrollado tratamientos para la Distrofia muscular, y quienes se enfrentan a la enfermedad pueden tomar medidas para ralentizar la progresión de la enfermedad y evitar la degeneración muscular. Este artículo tratará sobre la definición de Distrofia muscular, los tratamientos y estrategias de control, y cómo mantenerte fuerte independientemente de tu enfermedad.
¿Qué es la distrofia muscular?
La distrofia muscular es un grupo de más de 30 trastornos genéticos caracterizados por el debilitamiento y la degeneración progresiva de los músculos esqueléticos que controlan el movimiento. Mientras que algunas formas de DM se desarrollan en la infancia o durante la adolescencia temprana, otras pueden pasar desapercibidas hasta etapas posteriores de la vida. Los afectados de DM suelen experimentar debilidad y atrofia muscular, y pueden tener dificultades para tragar, respirar u otras funciones corporales. En algunos casos graves, pueden requerir cuidados a tiempo completo.
Tratamientos y estrategias de manejo
Las principales opciones de tratamiento de la distrofia muscular son los corticoesteroides, como la prednisona, que pueden ayudar a ralentizar el ritmo de degeneración muscular en la distrofia muscular de Duchenne. Sin embargo, el uso prolongado de estos fármacos puede causar aumento de peso y fragilidad ósea, aumentando el riesgo de fracturas.
La fisioterapia también se recomienda a los afectados de Distrofia muscular, ya que puede ayudar a mantener los músculos flexibles y fuertes. A menudo se aconseja una combinación de actividad física y estiramientos. Otros tratamientos pueden incluir terapia respiratoria y del habla, asesoramiento genético, dietas especiales y sondas de gastrostomía para los que tienen graves dificultades para tragar.
Mantenerse fuerte
Vivir con distrofia muscular puede ser un camino difícil para los afectados, sus familias y sus cuidadores. Pero hay algunas medidas sencillas que pueden tomarse para mantener la fortaleza y la resistencia.
En primer lugar, es importante mantener el ánimo y ser positivo. Relacionarse con otras personas afectadas por la enfermedad o asistir a grupos de apoyo puede ayudar a subir la moral y proporcionar una válvula de escape emocional. Mantenerse activo también es esencial, ya que la actividad física puede ayudar a conservar la fuerza muscular y la flexibilidad.
En segundo lugar, la nutrición desempeña un papel crucial en el control de la distrofia muscular. Seguir una dieta equilibrada y sana que incluya mucha fruta y verdura puede ayudar a proporcionar al cuerpo los nutrientes que necesita para combatir la enfermedad.
En tercer lugar, es importante descansar adecuadamente, ya que la fatiga puede aumentar la carga física de la DM. Dormir lo suficiente puede ayudar a recuperar la energía y reducir el dolor y la debilidad muscular.
Conclusión
La distrofia muscular es una enfermedad grave que afecta a los músculos esqueléticos y puede provocar discapacidad progresiva y depresión. Pero con los tratamientos adecuados, estrategias de manejo y cambios en el estilo de vida, es posible ralentizar la progresión de la enfermedad y vivir una vida plena y sana. Siendo positivos, manteniéndose físicamente activos, siguiendo una dieta sana y descansando adecuadamente, los afectados por la enfermedad pueden mantener su fuerza y coraje, y afrontar los retos de la Distrofia muscular con dignidad.