El eccema, también conocido como dermatitis, es una afección cutánea que provoca inflamación, sequedad, enrojecimiento, agrietamiento e incluso ampollas en la piel. Afecta principalmente a los niños y se da en un 10-20% de ellos. El eccema puede causar molestias extremas y puede dar lugar a otros problemas cutáneos, como infecciones bacterianas, por hongos o víricas.
Identificación y tratamiento del eccema
El tratamiento del eccema en los bebés (eccema infantil) incluye los siguientes pasos: identificar y evitar los agentes irritantes; evitar las temperaturas extremas; dar al bebé baños cortos con agua tibia; y aplicar cremas o pomadas mientras la piel está húmeda. Además, hidratar regularmente y seguir otros hábitos de cuidado de la piel puede aliviar el picor y prevenir nuevas exacerbaciones (brotes). El tratamiento también puede incluir pomadas o cremas medicinales.
Prevenir futuros brotes
Para prevenir futuros brotes de eczema, identifica y elimina los desencadenantes del entorno. Los desencadenantes habituales pueden ser sustancias químicas, cosméticos, productos de higiene y otros irritantes. Para eliminar esos desencadenantes, cambia a alternativas más suaves. Las personas con eccema también pueden hacer algunas cosas para favorecer la salud de la piel y aliviar los síntomas. Esto incluye tomar baños tibios y aplicarse crema hidratante regularmente antes de exponerse al agua. Las personas con dermatitis atópica suelen experimentar brotes, en los que el eccema empeora durante un periodo de tiempo. Los desencadenantes habituales son la baja humedad, el frío y los cambios de temperatura o humedad.
Suplementos tópicos para el tratamiento del eccema
Existen varios métodos para complementar los tratamientos tópicos del eccema. Una opción es utilizar gel de aloe vera directamente de la planta. Coge una hoja y exprime la sustancia transparente y gelatinosa sobre la piel afectada. Deja que el gel se absorba y luego guarda la hoja en el frigorífico para múltiples usos. Otros suplementos tópicos pueden ser el aceite de coco, el aceite de onagra, el aceite de semillas de cáñamo, la crema de caléndula, y la acupuntura y la acupresión.
Tipos de eczema
Al hablar de eczema, es importante conocer los distintos tipos. La dermatitis atópica, o eccema, es una afección cutánea inflamatoria crónica hereditaria. Otro tipo de eczema, conocido como eczema dishidrótico (pomfolix), se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas en las palmas de las manos. Las zonas de la piel afectadas por el eccema pueden presentar picor, sequedad, grietas y dolor, con periodos de exacerbación seguidos de periodos de mejoría.
Conclusión
El eccema puede ser extremadamente molesto y puede provocar infecciones si no se trata adecuadamente. Identificar y evitar los agentes desencadenantes puede ayudar a prevenir futuros brotes, y existen diversos suplementos tópicos que ayudan a aliviar los síntomas. Con el tratamiento adecuado y medidas preventivas, las personas con eccema pueden llevar un estilo de vida saludable.