El espino blanco es una planta medicinal que se utiliza desde la antigüedad para tratar diversas afecciones del corazón y del sistema circulatorio. Su nombre científico es Crataegus monogyna y pertenece a la familia de las rosáceas. Se trata de un arbusto espinoso que puede alcanzar los 10 metros de altura y que produce unas flores blancas muy aromáticas y unos frutos rojos llamados escaramujos.
El espino blanco tiene propiedades cardiotónicas, vasodilatadoras, antihipertensivas, antiespasmódicas y sedantes. Sus principios activos son los flavonoides, las procianidinas, los ácidos fenólicos y los aceites esenciales. Estos compuestos actúan sobre el músculo cardíaco, mejorando su contracción y su ritmo, y sobre las arterias, relajándolas y favoreciendo el flujo sanguíneo. De esta forma, el espino blanco ayuda a prevenir y tratar la angina de pecho, la arritmia, la insuficiencia cardíaca, la hipertensión arterial y el colesterol alto.
Efectos sedantes
El espino blanco también tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso, lo que lo hace útil para combatir el estrés, la ansiedad, el insomnio y los estados depresivos. Además, alivia los espasmos musculares y los dolores menstruales. Otra de sus virtudes es que estimula el sistema inmunológico y tiene una acción antioxidante y antiinflamatoria.
Cómo consumir
El espino blanco se puede consumir en forma de infusión, tintura, extracto fluido o cápsulas. La dosis recomendada varía según el tipo de preparación y la afección a tratar, por lo que se aconseja consultar con un médico o un especialista en fitoterapia antes de usarlo. El espino blanco es una planta segura y bien tolerada, pero puede interactuar con algunos medicamentos, especialmente los que afectan al corazón o al sistema nervioso. Por eso, se debe evitar su uso si se está tomando algún fármaco o si se padece alguna enfermedad grave.
El espino blanco es una planta medicinal con muchos beneficios para la salud cardiovascular y emocional. Sin embargo, no debe sustituir a un tratamiento médico adecuado ni a unos hábitos de vida saludables. Si se quiere aprovechar sus propiedades, se debe hacer con precaución y bajo supervisión profesional.