La gota es un trastorno inflamatorio frecuente que puede causar dolor e hinchazón en las articulaciones, especialmente en el dedo gordo del pie. A menudo se la conoce como el “Rey de las Enfermedades” por el dolor y las molestias que puede causar. Este artículo explicará cómo prevenir y tratar los ataques de gota, cómo mantener unos niveles saludables de ácido úrico en sangre y otras alteraciones del estilo de vida que pueden ayudar a reducir el dolor que provoca.
¿Qué causa la gota?
La gota está causada por niveles anormales de ácido úrico en la sangre. El ácido úrico es un producto formado por la descomposición de las purinas naturales del organismo. Cuando los niveles de ácido úrico en sangre son demasiado elevados, puede formar cristales que se alojan en las articulaciones, provocando una dolorosa inflamación.
¿Qué puedes hacer para prevenir los ataques de gota?
Los ataques de gota pueden prevenirse si los niveles de ácido úrico se mantienen por debajo de 7,0 mg/dl en los hombres y de 6,0 mg/dl en las mujeres. La medida más importante para prevenir los ataques de gota es mantener unos niveles saludables de ácido úrico. Esto puede conseguirse modificando el estilo de vida, la dieta y los hábitos.
Cambios en la dieta
Modificar la dieta puede ayudar a reducir las probabilidades de sufrir un ataque de gota. Limitar la cantidad de ciertos alimentos ricos en purinas puede ayudar a mantener niveles saludables de ácido úrico. Los alimentos que deben evitarse son la carne roja, las vísceras, el marisco, las bebidas alcohólicas, la cafeína y las bebidas azucaradas.
Alteraciones del estilo de vida
Cambiar el estilo de vida puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ataque de gota. Limitar el consumo de alcohol y de sal puede ayudar a mantener unos niveles saludables de ácido úrico. Hacer ejercicio con regularidad y perder peso también puede ayudar a reducir la inflamación causada por la gota.
Tratamientos médicos
A menudo son necesarios tratamientos médicos para reducir el dolor y la inflamación causados por la gota. Los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o la aspirina, pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. En casos graves, pueden recetarse corticoesteroides para reducir la inflamación.
Remedios naturales
También hay muchos remedios naturales que pueden utilizarse para reducir el dolor y la inflamación causados por la gota. La piña y las cerezas son dos frutas que contienen enzimas antiinflamatorias naturales que pueden ayudar a reducir la inflamación. Otro remedio natural que puede ayudar a reducir el dolor de la gota es la raíz de jengibre.
Conclusión
La gota es un trastorno frecuente y doloroso que puede prevenirse y tratarse con una combinación de cambios dietéticos, modificaciones del estilo de vida y tratamientos médicos. También pueden utilizarse remedios naturales para reducir el dolor y la inflamación causados por la gota. En última instancia, reducir los niveles de ácido úrico, hacer ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable son las medidas más importantes para prevenir los ataques de gota.