La psoriasis es un trastorno cutáneo frecuente pero incurable que puede causar una amplia gama de problemas físicos y mentales. Con sus manchas de piel roja y escamosa, la psoriasis puede ser dolorosa, producir picores y perturbar el sueño. También puede aislar socialmente y dificultar la concentración o la productividad en el trabajo o la escuela. Para recibir la atención adecuada, es esencial conocer a fondo los problemas físicos y emocionales de la psoriasis.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es un trastorno inmunitario crónico, no contagioso. Se caracteriza por la aparición de manchas rojas, escamosas y a menudo costrosas en la piel. Las manchas suelen ir acompañadas de una intensa sensación de picor o quemazón. La psoriasis afecta con más frecuencia a la piel de los codos, las rodillas, el torso y el cuero cabelludo.
¿Qué causa la psoriasis?
Se cree que la psoriasis está causada, al menos en parte, porque el sistema inmunitario del organismo ataca por error a las células sanas de la piel. Cuando estás enfermo o luchas contra una infección, tu sistema inmunitario aumenta su actividad. Esto puede desencadenar brotes de psoriasis. La genética y los factores ambientales también pueden influir.
Síntomas de la psoriasis
El principal síntoma de la psoriasis es una erupción roja y escamosa con placas costrosas, acompañada de dolor y picor extremo. En algunos casos, la piel puede cubrirse de escamas plateadas. La psoriasis puede causar síntomas adicionales, como hinchazón y rigidez en las articulaciones y alrededor de ellas, así como una reducción de la amplitud de movimiento, sobre todo en los pies, las manos y la columna vertebral.
Tratamiento de la psoriasis
No existe una cura permanente para la psoriasis, pero una serie de tratamientos pueden ayudar a reducir los brotes y aliviar el dolor y el picor. Los tratamientos tópicos suelen ser la primera línea de tratamiento de la psoriasis. Entre los productos habituales se incluyen cremas, lociones y pomadas; muchos de estos productos utilizan ingredientes activos de la farmacia natural, como el aceite de árbol de té y el aloe vera, para aliviar el picor y reducir la inflamación.
La fototerapia es otro tratamiento útil para la psoriasis. Esta terapia puede realizarse con lámparas especializadas o, con mucha más comodidad e intimidad, con sistemas caseros de fototerapia. La luz solar y las fuentes naturales de rayos UV beneficiosos pueden ayudar a reducir los brotes de psoriasis, por lo que la terapia con luz solar es otra opción si tu médico lo aprueba.
Remedios caseros
Para los casos más leves de psoriasis, los remedios caseros pueden ayudar a reducir los síntomas y la inflamación. Un tratamiento habitual es aplicar aceite de oliva caliente sobre la piel afectada, o incorporarlo a tu dieta. La dieta también puede ayudar a controlar los brotes de psoriasis, sobre todo reduciendo el azúcar y los alimentos procesados, así como aumentando los ácidos grasos omega-3 con alimentos como el salmón. Curar la psoriasis de forma natural también implica incorporar hierbas y aceites esenciales a tu rutina de cuidado cutáneo y bucal. Las infusiones de hierbas, los baños y los tratamientos de spa pueden reducir el enrojecimiento y la inflamación, mientras que los aceites esenciales como la lavanda, la manzanilla y el eucalipto pueden aliviar el picor y proporcionar relajación.
Cuándo acudir al médico
La psoriasis puede ser de leve a grave. En los casos más graves, puede ser necesaria la intervención médica profesional. Si experimentas dolor y picor intensos, articulaciones hinchadas y rígidas y enrojecimiento de la piel, es importante que conciertes una cita con tu médico, ya que pueden ser signos de una infección u otra complicación.
En tu cita, el médico te preguntará por tus antecedentes familiares y sanitarios, hablará de tus síntomas y te hará una exploración física. En algunos casos, el médico puede solicitar pruebas de laboratorio, radiografías u otras pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico de psoriasis o detectar cualquier enfermedad secundaria. Basándose en ellas, el médico puede recomendar medicamentos, cambios en el estilo de vida y otros tratamientos para mantener los síntomas de la psoriasis bajo control.
La psoriasis puede ser una enfermedad crónica, dolorosa y emocionalmente agotadora, pero es posible controlar los síntomas y reducir los brotes. Crear una rutina de tratamiento que se adapte mejor a tu estilo de vida puede ayudarte a disfrutar de la vida al máximo, sin que la psoriasis te frene.